¿Doctrina Revelada? // “Mi padre Samuel”

Por: Antonio Álvarez

Todos sabemos que uno de los títulos con lo que se le acostumbra llamar a líder de la Luz del Mundo (LLDM) es el de “Padre” siendo  quizás, después del titulo de “apóstol” y “doctor”, el más utilizado por la grey de LLDM parar referirse a la persona de Samuel Joaquín. Con  este breve análisis pondremos  concluir si  tal práctica es aprobada por la Biblia y analizaremos los textos que LLDM toma como base para tal costumbre.

Consideremos que tal practica inició en la Iglesia Católica, la cual suele llamar de manera común a los curas como “padres” o al sumo pontífice como el “Santo padre”, así que parece que LLDM no hizo más que copiar esta costumbre, aunque de forma exclusiva para su propia versión del Papa romano.

Por principio de cuentas, consideremos el siguiente texto donde el Señor Jesús, creador de todas las cosas, el Rey de Reyes, establece una prohibición tajante a este respecto a sus apóstoles y discípulos.

Mateo 23: 9. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 10. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.

Ante este tajante mandamiento del Señor, debemos preguntarnos ¿Está en lo correcto la Luz del Mundo en llamar padre a su líder?
Trataremos de explicarlo poco a poco a la luz de la Biblia.

Antes de pasar a los argumentos de LLDM para sustentar tal costumbre, vamos a considerar el contexto del mandamiento de Jesús. Por principio de cuentas, resaltemos el hecho de que el Señor comienza a hablar tanto a la gente como sus discípulos para condenar las terribles prácticas de los religiosos fariseos

Mateo 23:1-4. Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.

Jesús dice que los fariseos sabían de memoria la Ley y la predicaban al menos de forma verbal, pero sus hechos estaban sumamente distantes de guardarla, en otras palabras, como dice Jesús “Decían pero no hacían”, después el Señor pasa a explicar el porqué de esto:

Mateo 23:4-7 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.

Notemos por favor que imponían costumbres y practicas religiosas que consistían en grandes sacrificios. pero que ellos no tocaban con un dedo. Resaltemos el hecho de que en LLDM es el mismo caso. Por ejemplo, entre los ministros y la grey, por un lado los hijos, nietos y el mismo Samuel Joaquín, pueden celebrar sus cumpleaños con bailables exóticos, vestuarios  deshonestos, y tanto que se ha comentado en este blog, sin embargo para la grey esto está prohibido.

En el versículo 5 el Señor afirma que los fariseos amaban los aplausos, el reconocimiento  y la gloria humana  así como el hecho de que los judíos le llamaran “Rabí” es decir, maestro. Después el Señor en ese contexto les dice a sus apóstoles y discípulos lo siguiente:

Mateo 23:8-11. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

La afirmación es tajante, Jesús prohíbe, tanto a apóstoles y discípulos, que no permitan que los hombres le llamen “maestros” o “padres” en un contexto religioso y eclesiástico, obviamente aquí no entran los padres terrenales. El contexto del mandato es enfocado a lo religioso, el Señor expone la razón del porqué prohibía tales títulos para ellos, ya que no debían robarle la gloria que le pertenece a Dios, ya que sólo existe un Maestro, Jesucristo, y solo un Dios Padre.

Además, Cristo nos dice que todos somos hermanos con diferentes funciones pero ninguno es más que otro en cuanto a valía.

En el versículo 11 nos dice que el espíritu que orilla a estas prácticas perversas es la soberbia, el hinchamiento y vanidad carnal. Por ello el Señor manda que debe reinar un espíritu de servicio entre sus apóstoles y discípulos, así como el Hijo del Hombre vino a servir y no para ser servido.

Entonces concluimos lo siguiente:

• Jesús prohíbe que llamemos padre o maestro a un apóstol, pastor o discípulo por que todos somos hermanos.
• La prohibición de Jesús es claramente en el contexto eclesiástico, congregacional y religioso, no entran nuestros padres terrenales o consanguíneos.
• La prohibición de Jesús es para que sus apóstoles y discípulos no cayeran en el pecado de los fariseos que le robaban la gloria a Dios.

En todo el NT nunca se llamó padre a ningún Apóstol

Ahora expliquemos los argumentos de LLDM uno por uno, sin perder de vista que quien dijo estas palabras fue en príncipe de los apóstoles,  y antes que un miembro de LLDM pueda sacar sus textos des-contextuados y malinterpretados, le preguntaría a cualquier ministro o miembro:

¿Me puedes mostrar un texto, -con uno basta- donde un apóstol haya sido llamado por un miembro o ministro con el titulo de “padre”, “rabí”, o “maestro”?

Quizás me respondas: 1 Corintios 4:15 donde dice “no tendréis muchos padres”, pero no amigo, me refiero a un texto donde alguien directamente les mencione algo como “Padre Pablo” o algo como “y fueron con el Maestro Pedro”, o algo como “y le dijeron a Juan, Padre mío”. Te pido una declaración en el NT donde un apóstol haya sido llamado padre, maestro o rabí por alguna persona, ¿Lo tienes?, busca en todo el libro de los Hechos, o en las epístolas paulinas, o de los demás apóstoles y JAMÁS LO ENCONTRARÁS  PORQUE SENCILLAMENTE NO EXISTE.

Nunca los apóstoles fueron llamados “padres” por la iglesia en cumplimiento al mandato de Jesús, los textos que analizaremos como base de LLDM son meras analogías de los apóstoles para con la iglesia, pero no mandatos ni costumbres de que ellos eran llamados padres o maestros por la grey, tan es así, que repito, no hay ni un testimonio bíblico de que alguna vez se diga “Padre Pablo” o “Padre Pedro” y esto es importante y de suma importancia, ya que si LLDM dice que la expresión “Dios Hijo” no está en la Biblia y por eso Jesús no es Dios (lo cual es una herejía), pues del mismo modo a ningún apóstol ningún individuo le llamó “padre” o “maestro” ya que nunca en la Biblia encontramos algo como “Mi padre Juan”, y ninguna persona hablándoles en esos términos.

El particular caso del patriarca Abraham

El único caso mencionado en el NT de paternidad dentro del contexto de la fe de los creyentes es el del patriarca Abraham, “el Padre de la fe”. Ojo, NO dice “mi Padre en la fe” la cual no es bíblica, de quien así nos dice:

Romanos 4:16-17: Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es PADRE de todos nosotros (como está escrito: Te he puesto por PADRE de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.

Obviamente, este texto para nada apoya la doctrina de LLDM al respecto. Para empezar, Abraham es padre de los creyentes en el sentido de que fue el primero en esperar la promesa de redención de Dios en Jesucristo. Pablo confiesa que Abraham es padre de todos los creyentes, incluyéndole a él mismo en el sentido de que Abraham esperó recibir la Gracia por su fe en Dios y fue justificado. Pablo nos dice que las promesas divinas  no son exclusivas del pueblo Judío como sus hijos naturales, sino de toda la iglesia como hijos porque tenemos su misma fe.

El caso del patriarca Abraham no justifica para nada la práctica de LLDM. Aunque  sabemos que Abraham fue un siervo de Dios (como todos), lógicamente Abraham no fue apóstol, ni ministro contemporáneo de Jesucristo, y su misión y ejemplo pasado tiene una aplicación directa en la base de la fe en Dios para ser justificados por Cristo. La promesa hecha por Dios que llegaría a ser padre de muchas gentes no tenía como objetivo el que todos veneraran o dieran gloria a Abraham, sino que la promesa consistió en que serían beneficiados aun los gentiles que compartieran su fe basada en la provisión divina de la Gracia en Jesucristo. Una vez aclarado este punto pasemos a ver los textos que malinterpretan en LLDM.

No tendréis muchos padres

Pasemos al argumento más famoso y utilizado por la doctrina de LLDM, texto con el cual los miembros están sumamente entrenados para defenderse cuando se les cuestione sobre este punto.

1 Corintios 4:14-15. No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados. Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.

Con este texto LLDM pretende echar por tierra el mandato de Jesús, diciendo que Pablo afirmó y reclamó ser el padre espiritual de los corintios, luego entonces, él deseaba ser reconocido como el “padre” de ellos, pero entonces, ¿Qué explicación da LLDM al mandamiento  de Jesús?.

En dos o tres explicaciones llegué a escuchar -cuando fui miembro de LLDM- a algunos ministros para decir que Jesús no dijo lo que claramente dijo.

Algunos ministros decían que Jesús prohibió sólo a sus apóstoles que ellos le llamaran padre a alguien más o entre ellos mismos. Pero esto es una sandez ya que desde el versículo 1 Jesús hablaba con los apóstoles, discípulos y con la gente (verso 1).

Otros dicen que Jesús prohibió solo para aquellos que no fueran genuinamente padres, es decir, que a un apóstol  no se le llama padre, sino que es un padre

legítimo, o dicho de otra manera que la prohibición consiste en llamar padre a alguien que no lo sea, pero  claro, esto  es solo un argumento por tratar de tapar el sol con un dedo. Jesús claramente les prohibió a sus apóstoles que  a ellos se les llamara “padre” o “maestro” por los hombres en la iglesia, por favor no traten de “componer” las palabras de Jesús, quien dijo lo que dijo, y lo dijo a quienes lo dijo, a sus apóstoles y discípulos. De manera que hasta la fecha LLDM solo otorga el texto de 1 Corintios 4:15 como el “contra-texto” para salirse del asunto rápidamente.

Sin extenderme mucho en la explicación de porqué Pablo habló en tales términos y sin profundizar demasiado, solo consideremos nuevamente el contexto.

La epístola a los corintios está considerada por los teólogos como un esfuerzo de Pablo en utilizar muchas analogías para poder explicar sus puntos doctrinales y sentimientos a una iglesia sumamente carnal y fuera de orden. En ambas epístolas, Pablo recurre constantemente a analogías para explicarse a la iglesia y que le quedaran claros varios puntos con respecto a la doctrina cristiana, esto sumado a la gran preocupación de Pablo de que esta iglesia sumamente carnal era presa fácil de la seducción por parte de falsos ministros y apóstoles que los fascinaban y confundían con doctrinas ajenas al Evangelio.

Desde el capítulo tres, por ejemplo, toma la analogía del edificio y el plantío, para dejar claro que ni el que riega o planta son algo, si no que toda la gloria es para Dios. Todo esto es ignorado por LLDM. Cuando se analiza la carta solo toman versículos aislados por que sencillamente no les convienen en su contexto real. Ahora, llegamos al capítulo cuatro, donde Pablo comienza por detallar los sufrimientos de los ministros de Cristo, pero no para vanagloria, sino como en cumplimiento con lo que dijo Jesús “yo le mostraré  cuanto es necesario padecer por mi nombre” (Hechos 9:16) , en contraste con la vida cómoda de los corintios, que realmente no habían padecido por llevar el nombre de Jesús y vivían en carnalidades y es entonces cuando dijo que su intención no era avergonzarlos sino reprenderlos con un amor de tipo paternal.

14. No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados. 15. Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.

Recordemos que la iglesia de corinto era sumamente carnal, Pablo tenía que hablarles como a carnales (1 Corintios 3:1) ya que criticaban sus cartas como duras (2 Corintios 10:10), ¿No sería lógico pensar que lo que menos quería Pablo era herir su susceptibilidad al no soportar la reprensión?, por ello Pablo adopta un rol de “padre” para que su exhortación y amonestación no fuera mal interpretada por la iglesia y no se escandalizaran.

Pablo utilizó con los corintios la expresión “los amonesto como si fueras mis hijos”, el decir “como” implica que Pablo recurre al ejemplo de la amonestación de un padre terrenal a un hijo que anda en mal camino. Después les dice que si llegaran miles de pastores a predicarles, él no por eso perdería el cuidado de ellos porque les engendró por la predicación del Evangelio, pero, ¿Estaría pidiendo Pablo que se le llamará “padre espiritual” a los corintios?, NO, es solo una analogía de que él toma el papel del padre por que sembró en ellos el Evangelio. Ahora consideremos la siguiente expresión que Pablo usó con otra iglesia.

Pablo, ¿La madre de los gálatas?

Si el texto que vimos anteriormente fuera una base para decir que los corintios debían llamarle “padre” a Pablo, entonces la iglesia de Galacia debería llamarle “madre”. ¿Cómo?, si, ya que  Pablo hacia uso constante de las analogías para explicar su cuidado por la Iglesia, veamos.

Gálatas 4:19: Hijitos míos, por quienes VUELVO A SUFRIR DOLORES DE PARTO, hasta que Cristo sea formado en vosotros,

Para  los gálatas Pablo adopta el rol de “madre”, con el fin de explicar su preocupación y dolor  como resultado de su desviación del Evangelio, así que, ¡Entendamos por favor!, no es que Pablo fuera la “madre espiritual” de los gálatas a quienes había parido espiritualmente, ¡No!, todo son meras expresiones análogas para manifestar su cuidado por la iglesia.

El termino “engendrar” está ligado al rol de un padre cuando deposita su semilla en la mujer, y en ese sentido era común que Pablo tomara ese ejemplo para hablar de los aquellos A LOS QUE ÉL PERSONALMENTE había predicado el Evangelio como el caso de Onésimo (Filemón 1:10) o la iglesia de corintio, puesto que plantó la semilla de la palabra en sus corazones, pero sin que esto conlleve un mérito para alabanza propia,  lo que menos deseaba Pablo era escuchar que la Iglesia lo alabara por esta razón, ya que así  nos dice:

1 Corintios 3:7 y 21-23 Así que ni el que planta (Pablo) es algo, ni el que riega (Apolos), sino Dios, que da el crecimiento. […] Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro,  y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

 ¿Títulos de supremacía y reconocimiento, o sólo expresiones del amor fraterno?

Contrario a LLDM que afirma que Samuel Joaquín “engendró” a toda la iglesia, aunque los conversos no hayan recibido una predicación directa de él, sino más bien por familiares o los misioneros. El punto es que las expresiones tales como “hijitos”, “como a hijos”, son recurrentes en el lenguaje apostólico para manifestar su amor y cuidado como el de un padre o incluso una madre, pero que no significan que los apóstoles hayan sido llamados “padres” como títulos en alabanzas o expresiones comunes de la comunicación hacia con ellos.

Por ejemplo veamos el siguiente texto, otro clásico de LLDM al respecto.

3 Juan 1:4: No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.

El asunto aquí es que para Juan el llamarle hijos a un grupo de creyentes era una forma usual de escribir su cartas y no solo con exclusividad respecto a él, sino incluso él lo tomaba de forma análoga para los hijos de las mismas congregaciones o iglesias.

2 Juan 1:1: El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad,

Juan se presenta como el presbítero (anciano) a la iglesia a quien llama “señora/madre” y los hijos de ésta.Lo que realmente vemos aquí, es que en un contexto de amor y cuidado, el uso del termino “hijo”, “padre”, “madre”, “hermano“, todos ellos resaltan una condición filial de cariño y cuidado mutuo. En el siguiente texto usa la expresión para manifestar su gozo que los hijos de la señora (la iglesia) andan en la verdad.

2 Juan 1:4: Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre.

Similar a lo dicho en 3 Juan 1:4. Veamos cómo sólo se intercalan los términos; “mis hijos” con “tus hijos“, todo como manifestación de actitudes paternales o maternales para resaltar el amor fraternal.

Por ejemplo, la epístola a los Hebreos no se puede afirmar tajantemente que fue Pablo el remitente, algunos sostienen que fue Apolos, si este fuera el caso, también se hace patente la expresión que el autor dice “ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige” en  Hebreos 12:5.

Pablo hablaba constantemente a Timoteo como su hijo, en ese mismo sentido de cariño y cuidado paternal, sin embargo, eso no implica necesariamente que Pablo era llamado “Padre mío” por Timoteo, en otras ocasiones Pablo se refiere a él como “hermano”. Así podemos ver expresiones muy similares como “hijitos” de forma frecuente, o como el siguiente pasaje:

 1 Timoteo 5:1 No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos: a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza.

 Romanos 16:13: Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía.

Estas expresiones son usadas más para el trato y funciones fraternales que para hacer señalar en los títulos oficiales entre los cristianos, por ejemplo el siguiente texto:

  2 Corintios 12:14: He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.

La prohibición de Jesús, insistimos, va enfocada a aquel espíritu fariseista de llamarle “padre” a algún líder religioso dentro de un propósito que enaltezca en  soberanía y poder a una persona para recibir la gloria humana, y esto es exactamente lo que LLDM hace con su líder. Ese espíritu de grandeza y gloria jamás existió en los apóstoles legítimos primitivos, compare la declaración de Pedro:

 1 Pedro 5:1-3: Ruego a los presbíteros que están entre vosotros, yo presbítero también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.

 La iglesia primitiva llamaba a los apóstoles simplemente “hermanos” señalando que ellos no pretendían ser mas que nadie.

Incluso Pablo también sentía adoptar el rol de “hijo” de cierta mujer cristiana de quien sin duda recibió gran cariño y cuidado.

Romanos 16:13: Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía.

Solo en dos ocasiones Esteban y Pablo cuando fueron expuestos ante el sanedrín de juicio, al comenzar su discurso de defensa se refieren a los judíos como “hermanos y padres” (Hechos 22:1 y 7:2), evidentemente ellos no se refieren a los judíos y fariseos como “hermanos o padres espirituales” ya que no compartían su fe cristiana, por el contrario la condenaban. Esto claramente sugiere que fueron expresiones que aludían a la consanguinidad y nacionalidad judía entre ellos, por lo cual estos ejemplos no vienen al caso.

El “padre” de La Luz del Mundo

Ahora veamos cómo el titulo de “padre” es llevado a una detestable abominación en las siguientes alabanzas a Samuel Joaquín que le otorga su iglesia, donde roban los títulos exclusivos de Jesús para dedicarlos a él, tales como “El Camino”, “La Puerta”,  “Aquel que está a la diestra de Dios“, y a quien agradecen más que a todo y dejan a Cristo y a Dios completamente de lado.

http://www.youtube.com/watch?v=KV4y9Lx27-0

Pablo, el maestro a los gentiles

Jesús también prohibió a sus apóstoles que permitieran ser llamados maestros (Rabí) en un sentido de supremacía sobre los demás, ya que la enseñanza provenía solo de Él por medio del Espíritu Santo. Ahora, esto no quiere decir que no existan maestros en la iglesia (Efesios 4:11), ¡Claro que los hay!, pero el rol es más bien enfocado a la función de enseñar que a la expresión o título para enorgullecerse ante los demás, por eso Santiago condena la ostentación de un mero título sin que esto tenga una aplicación practica en una vida de humildad y servicio.

Santiago 3:1: Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.

Pablo fue maestro a los gentiles (2 Timoteo 1:11), en su oficio de enseñar en el Evangelio, pero nunca permitió ser llamado “El Maestro o Rabí Pablo” (ya que el titulo “EL MAESTRO” es exclusivo de Jesús), tampoco encontramos ni el titulo  “El Padre de la Iglesia, Pablo“, ya que  serían expresiones que sugerirían un enaltecimiento de su persona ante los demás. Por ello Jesús mismo le permitió un aguijón porque tenía una tendencia a la soberbia (2 Corintios 12:7).

La verdad más clara es que todos fuimos comprados por el mismo precio; la preciosísima Sangre de Jesús. No existen castas privilegiadas ni grupos en la iglesia cristiana verdadera, solo distintas funciones en el cuerpo de Cristo, y por ello, a ningún hombre o mujer se le debe de subir en un pedestal, ni siquiera a los apóstoles legítimos.

Cuando se viene a la Biblia con una presuposición ideológica como lo hace LLDM,  se buscará la manera de “justificar” verdaderas aberraciones como la idolatría misma. Así que del mismo modo que los católicos intentan apoyar sus doctrinas en la Biblia, LLDM pretende apoyarse en la Palabra de Dios pero sin un fundamento sólido. Incluso ya el apóstol Pedro dijo que los indoctos e inconstante tuercen la escritura para su propia perdición (2 Pedro 3:16).

 

Esperamos que esta entrada sea de bendición a su vida.

SHALOM.