La obra de Dios… ¿creer en Jesucristo o en Naasón?

Con su permiso, reproducimos íntegramente una entrada del blog de nuestro amigo Abner Garza.

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Esta imagen fue publicada en Facebook por el señor Arturo Hassin, un activo “predicador” virtual quien según él fundamenta “bíblicamente” las doctrinas de La Luz del Mundo y se dedica a contestar según él las preguntas que le hacen los que no pertenecen a su iglesia.

Fiel al estilo de LLDM, Hassín invariablemente tuerce las escrituras, aisla los versículos de su contexto y crea unas abominables ENSALADAS para tratar de justificar lo injustificable.

En esta ocasión, Hassin publica una imagen en donde utiliza como base el que es sin duda el versículo favorito de La Luz del Mundo para afirmar que Dios hace una “OBRA perfecta” en los corazones de las personas para CREER en el apóstol en turno, porque dicen que como “Dios lo ha enviado” entonces el pasaje habla del “apóstol”. Nótese por favor que su énfasis no es que la OBRA de Dios sea la de CREER EN JESUCRISTO como claramente habla el versículo, sino En Samuel cuando éste vivía y hoy día en Naasón.

Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. – Juan 6:29

Sin embargo ¿Qué nos dice la Escritura al respecto?

Si analizamos EL CONTEXTO inmediato ANTERIOR y POSTERIOR del pasaje, así rápidamente, nos damos cuenta que este versículo es parte de la narración sobre la predicación de Jesús sobre EL PAN DE VIDA y además se relaciona con lo que encontramos a principio del capitulo 6 y que nos habla sobre el milagro de la alimentación de los 5,000.

Desde el 6:22 hasta el 6:58 encontramos que es este tema de Jesús afirmando ser EL PAN de VIDA precisamente la parte FUNDAMENTAL de todo el pasaje.

Analicemos en resumen de qué habla el pasaje incluyendo el versículo que comúnmente aislan los LLDM:

• Esta analogía de Jesús como EL PAN DE VIDA, afirma la analogía general del libro de Juan sobre Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios (Juan 20:30) que vino a salvar a la humanidad de sus pecados (Juan 3:16).
• Las multitudes fueron testigos del milagro de la alimentación milagrosa y por eso siguen buscando a Jesús.
• Jesús les dice “porque comisteis” y luego “la comida que perece” (VER. 27)  para reprenderles y enfatizar el motivo SUPERFICIAL de las multitudes para seguirle enfocados en la comida MATERIAL y no es la ESPIRITUAL: “la comida que a vida eterna permanece”, comida que CLARAMENTE es una referencia A SI MISMO.
• “LAS OBRAS DE DIOS”. Los de la multitud pensaron que Jesús sugería la exigencia de parte de Dios de HACER OBRAS para ganar la VIDA ETERNA para las cuales ellos se sentían CALIFICADOS.
• “LA OBRA DE DIOS, QUE CREAIS”… Jesús se da cuenta que la multitud no entendió lo que les dijo en el v. 27 sobre “LA COMIDA QUE PERECE”  y por ello les RECUERDA que es UN ERROR enfocarse en las bendiciones MATERIALES. Que la ÚNICA OBRA que Dios anhelaba era LA FE y la CONFIANZA EN JESÚS como EL MESÍAS y como el HIJO DE DIOS (Juan 5.24)
• Queda claro que LA ÚNICA OBRA que Dios demandaba era CREER EN SU HIJO JESUCRISTO.
• Luego la multitud en su CEGUERA espiritual le preguntan sobre QUÉ SEÑAL HACE para que crean en él y luego PEOR aún, minimizan dicho milagro comparándolo con el realizado por Moisés y el maná en el desierto (Citan Salmos 78:24).
• Jesús entonces les dice que el maná era TEMPORAL y perecedero, una sombra INSIGNIFICANTE del verdadero PAN que Dios habría de proveer que es SIN NINGUNA DUDA JESUCRISTO, el ÚNICO que da vida espiritual y eterna a la humanidad.
• “DANOS DE ESE PAN”. Nuevamente está en evidencia la torpeza de la gente por lo que Jesús dice explícitamente que ÉL MISMO ERA ESE PAN.
• Sucede entonces que la multitud reacciona con murmuración (6:41-42), Jesús los reprende por dicha reacción (6:43-46) y Jesús REITERA a la multitud el MENSAJE CLAVE de todo el pasaje: JESÚS ES EL PAN que da VIDA ETERNA (6:47 al 57).
• Es de hecho el versículo una CLARÍSIMA afirmación de que Jesús se refiere a CREER EN ÉL MISMO para ser salvos:

De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. – Juan 6:47

Analizando así entonces el pasaje en su CONTEXTO REAL podemos afirmar sin NINGUNA DUDA…

• Juan 6.29 NO es DE NINGUNA MANERA una afirmación por parte de Jesús de que sea INDISPENSABLE creer en sus apóstoles (ENVIADOS) para obtener la VIDA ETERNA.
• Dicho pasaje no habla jamás de UNA OBRA PERFECTA que Dios haga en los corazones de creer en los apóstoles como afirman los LLDM. De hecho dicho término no existe en toda la Biblia como tal.
• La ÚNICA obra que Dios pide para obtener vida eterna es CREER EN JESUCRISTO. Jamás hay una afirmación que debe ser EN LOS que él envía.

Los apóstoles bíblicos primitivos JAMÁS afirmaron ni por asomo que dicho pasaje se refiriera a creer en ELLOS. No existe en todo el Nuevo Testamento un solo indicio de que los apóstoles se hubieran adjudicado algo semejante a que fuera INDISPENSABLE para la salvación CREER EN ELLOS COMO APÓSTOLES o en su “ELECCIÓN” como tales, sino TODO LO CONTRARIO A ESO.

Lo Apóstoles bíblicos INVARIABLEMENTE predicaron que era JESUCRISTO el ÚNICO INDISPENSABLE para obtener la salvación y JAMÁS permitieron que la gente pusiera sus ojos en ellos mismos si no EN JESÚS, de quien afirma el escritor de Hebreos es el (ÚNICO) autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2).

Los Apóstoles bíblicos ENSEÑARON por otra parte en múltiples pasajes que SÍ HAY una OBRA que DIOS HACE EN EL CORAZÓN DE LOS CREYENTES: y que es CREER EN JESUCRISTO para vida eterna. NO EN ELLOS MISMOS COMO simples ENVIADOS o SIERVOS (ésta última la palabra griega Doulos que significa literalmente ESCLAVO).

Hermano de La Luz del Mundo: que el Señor quiera tener misericordia de ti y pueda hacer esa obra en tu corazón de CREER ÚNICAMENTE EN JESUCRISTO para darte vida y alumbre tu entendimiento por medio de Su palabra que es la ÚNICA y SUFICIENTE regla de fe para los creyentes.

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. – Juan 6:35

Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. – Juan 6:40