¿Cómo se le ocurre a alguien hacer un ídolo
que no sirve para nada?
Todos los que lo adoren quedarán en ridículo,
porque los que lo hicieron son tan solo seres humanos.
Eclesiastés 3:10-5
Por Moisés de la Fuente B.
El día 7 de mayo es otro de los días más importantes para el pueblo luzmundano porque se celebra el cumpleaños de Naasón Joaquín, “el único hombre en la Tierra elegido por Dios con la autoridad para salvar a la humanidad”.
Aunque los preparativos no son como si él estuviera presente (pues él está en espera de un juicio en una prisión de California desde hace casi dos años), no dejan de impresionar por los altos costos que representan y el gigantesco amor-adoración que se puede apreciar en ellos, solo comparables con las fiestas patrnales en honor a la Virgen en el catolicismo o a algunas deidades de religiones paganas en el mundo asiático.
El vaticano naasonita se ha engalanado para tal efecto; la calle principal ha sido decorada sin reparar en gastos y han sido convocados miles de fieles para la grabación de video-saludos para enviárselos a su “apóstol”, también se han compuesto himnos para la fecha en la que se le reconoce a Naasón gloria, majestad, excelencia y poder. Los espectáculos y ritos del luzmundanismo para celebrar a su hombre-dios, escandalizarían a la misma Virgen de Guadalupe, si existiera.
Millones de cristianos en el mundo vemos esto como claros actos de adoración. Y no es para menos.
Pero el luzmundanismo los ha justificado durante casi 80 años. De hecho, fue una razón para el cisma de 1942 y naciera la iglesia El Buen Pastor.
Pero, ¿cómo comenzó todo esto?
Después de separar su nueva congregación de la IECE y fundar LLDM, no faltó aquel hermano o hermana aaronita (de seguro ministro) que “en su sinceridad” pensó que era una bendición honrar a Aarón en su cumpleaños el 14 de agosto y se acercó a la “Casa Grande” (la residencia del “apóstol”) para llevarle un regalito y celebrarlo en su día. Y así, no queriéndose quedar atrás, los demás ministros comenzaron a hacer lo mismo sin pensar en cometer pecado alguno, acaso- se dijeron, –“¿No debemos recocijarnos en su nacimiento como dice la Biblia”? Lucas 1:14 (aunque el pasaje haga referencia a Jesús).
Y Aarón vio que esto era bueno…
Y luego, no faltó otro hermano sincero a quien “Dios le inspirara un himno para el Siervo” en su cumpleaños:
Bendito seas varón esforzado,
Himno Num. 63 Himnario LLDM
Dios te bendiga y sea tu amparo,
fuiste elegido para esta obra,
que Jesucristo te ha encomendado.
Eres apóstol de Jesucristo,
y él en su gracia te ha levantado,
para que anuncies el evangelio
a los que muertos sean encontrados.
En la naciente LLDM algunos sintieron que algo no estaba de acuerdo a las Escrituras, pero… ¿no cantaban los israelitas “Saúl hirió a sus miles y David a sus diez miles”? (1 de Samuel 21:11), y… ¿no era Aarón un siervo de Dios elegido como David?, ¿qué de malo tenía eso?, sobre todo si el mismo Dios “inspiraba” a los hermanos sinceros que así manifestaran el reconocimiento a la “elección” de un siervo de Dios? Este fue el comienzo de la romería para celebrar a un nuevo ídolo en México, el “siervo de Dios” de La Luz del Mundo.
Y así comenzó “Dios a tocar los corazones de los hermanos para darle reconocimiento a Aarón” y los ministros motivaban e inducían a los hermanos de sus iglesias a reunirse en el templo para “honrar al que Dios ha honrado” y, ¿de qué manera?, ¡fácil! “Lo que Dios ponga en el corazón de cada uno”. Así, después de las flores, fueron los regalos, después los himnos pasa suplir “las mañanitas paganas”, después estos cánticos pasaron de la Casa Grande al templo y posteriormente en el templo se formó el culto. Un culto de adoración dirigido al líder, al guía, al padre. Pero la más grande herejía estaba por venir.
El apostolito entonces, –en ataque claro de egolatría extrema más que de éxtasis divino, dijo para sus adentros – “¿por qué no de una vez que ya estamos todos reunidos en mi cumpleaños, celebramos también la Santa Cena y así, la honra que me dan, yo se la paso a Cristo?”. Y así nació la fecha oficial para el evento más importante del luzmundanismo, la “Santa Convocación”. Todo aquel que acude desde cualquier parte del planeta para celebrarla, realmente está celebrando el cumpleaños de un muerto que nunca termina de irse. Por años, muchos creímos celebrar a Cristo y anunciar su advenimiento, pero más bien festejábamos al fundador del luzmundanismo.
¡Ah! Pero, Aarón enseñó a no celebrar la Semana Santa porque eran de origen “pagano”, o más bien, católico, pese a que Jesucristo realmente murió en los días que el cristianismo conmemora su muerte. Los católicos que se convirtieron al aaronismo de su tiempo, dejaron de recordar la muerte de Cristo para celebrar el nacimiento de Eusebio. Sin embargo, no todos se tragaron la herejía, varios pastores y fieles abandonaron la nueva fe idolátrica para formar una iglesia sin estas prácticas antibíblicas. Bien por ellos.
Y llegó Samuel
Al morir Aarón, Samuel vivió el mismo proceso de “reconocimiento a su elección”. Primero celebraba su cumpleaños en su casa, después unos pastores que “sentían” acompañarle y llevarle regalos. Después se fue ampliando “el reconocimiento” hasta que comenzaron a hacer las enormes fiestas en su honor, con espectáculos artísticos, bailes, pirotecnia, abundante comida y regalos. Y todo nacía de “los corazones de los hermanos” dirigidos e incitados por los ministros. Samuel como Aarón, solo se dejaba consentir, al fin, solo era “honra”. Todas las iglesias se repartían los gastos y como todo, por supuesto, “basados en la Biblia”, ¿qué acaso las tribus de Israel no se distribuían los gastos del rey? Y no faltó el corazón “sincero” que creyó que se le podía regalar la actuación de un famoso cantante del “mundo”, o que las hermanas podían vestir poca ropa, maquillarse y hasta bailar para “darle una sonrisa al Siervo de Dios” (aunque estas actividades Aarón las enseñó como “pecados de la carne”), a Samuel no le importó, sonreía ante tanto halago hinchado de felicidad.
Después, se le ocurrió una grande idea, celebrar varios días su cumpleaños, uno con el mundo y otro con su iglesia. Todo, en un lote que colinda actualmente con el hospital Siloé: auténticas fiestas de bailes, música, vestuarios exóticos, fastuosas escenografías, obras teatrales, excesos de maquillaje y exaltación de la sexualidad femenina. Todo, lo que se sabía, eran “obras de la carne”. Lo que celebraba en la intimidad con sus asistentes, ya dejó de ser un secreto.
Pero el día 16, al despedir a los invitados, Samuel hacía una “oración por sus hijos (al igual que Job)… y los santificaba” pensando que quizá, solo quizá, pudieran haber pecado contra Dios. Ya saben, Samuel siempre tan perdonador. Y muchos nos la creímos en su momento.
Pero el culto del 14 en el templo era otro boleto. A las cuatro de la mañana ya estaban los coros de todo el país cantando en las calles y en el templo himnos dedicados a Samuel, alabándole, cantando de sus glorias, su poder, sus conquistas y su “belleza” física y espiritual.
Antes de su muerte el culto de adoración a su persona era ya todo una liturgia abundante de protocolos propia de un gran rey o de un papa. Todo se estructuró cuidadosamente, su entrada triunfal al templo era apoteósica, delirante. Los coros competían a ver quién dedicaba el himno más hermoso y más cargado de herejías. Los himnos de alabanza a Dios o a Cristo se olvidaron, todo en el templo se volvió culto a Samuel. Hasta se le recitaban salmos bíblicos en los que se cambiaba el nombre de Jehová por el de Samuel. ¿Exagero? ¡Ojalá fuera así!
Representantes de la comunidad religiosa se turnaban para expresarle palabras de adoración disfrazadas de reconocimiento. El Jesucristo de Aarón dio paso al nuevo mesías para que fuera adorado y ya nada era suficiente para lograrlo, ahí estaba el nuevo becerro de oro: himnos, salmos, ofrendas, regalos, adornos, conciertos, obras de teatro, fiestas temáticas, ¡el culto mismo! Total, “la HONRA, –dicen los pastores luzmundanos– es ILIMITADA”. “Así lo quiere Dios”, dicen, “¿no dice la Biblia: así se hará al varón, cuya honra desea el rey (o sea, Dios)? Esther 6:6. La “honra” a los siervos de Dios -dicen- no es una opción, es una obligación.
Nada, nada de lo que vieron los que se separaron de LLDM en 1942 es semejante a los exagerados cultos idólatras que se viven en la Hermosa Provincia. Ya quisiera la Virgen de los Lagos los juegos pirotécnicos que se encendieron en honor al cumpleaños de Samuel en febrero de 2014.
El turno de Naasón
Y de Naasón, ¿qué podemos decir? Heredó de su abuelo y su padre todas las doctrinas diabólicas que sustentan el culto que se le da en su cumpleaños. Y los naasonitas quisieron dar un paso más allá, porque, como decimos, para ellos cuando se preguntan cuánta honra pueden dar al “apóstol” que esté liderando, se responden: “sin límite”. Y Naasón al igual que Samuel y Eusebio, sabe que “Dios abre los corazones para que le reconozcan”, y se deja consentir. De hecho, no es de extrañar que su pequeño círculo de fanáticos pastores le hayan regalado algunas “ofrendas de amor” como las que hoy le tienen preso en Los Ángeles. Al cabo, ¿no le llevaron una joven a David para que “le calentara los pies”? 1a de Reyes 1.1
Estoy convencido que el mismo Aarón no tenía idea de hasta qué grado serían capaces los hermanos de “honrarlo” en su “sincero reconocimiento a su elección”, inclusive el mismo Samuel, mucho de lo que ellos fueron y de lo que es hoy Naasón se le debe a los “corazones sinceros” en los cuales “Dios hizo la obra” para que llegaran con sus regalitos, sus flores, ofrendas e himnos.
Esos hermanos en los que nace escribirle al “apóstol” cantos cada vez más atrevidos, más heréticos. Esos y esas a quienes se les ocurre hacerles un logo “apostólico” y otro al que se le prende el foco de usarlos de decoración “inocente” en el templo para que al final un ministro haga una versión gigante de él y lo ponga en donde antes iba el texto “Santidad a Jesucristo”.
Nunca faltó el hermano que pensara que había que poner una alfombra para que el siervo no pisara el piso común, o que había que poner palmas en las manos para recibirlo como a Cristo mismo. Después vinieron los insensatos que creyeron que había que implementar protocolos de realeza en los eventos oficiales, no darle la espalda al ungido y usar unas sonoras trompetas que anunciara su llegada a los eventos. ¿A qué enfermo megalómano se le ocurriría despreciar un culto así? Importante, no dije que los Joaquín fueran inocentes.
Muchas de las doctrinas heréticas de la elección las confeccionaron los mismos ministros. Los “apóstoles” pusieron las bases y después no hubo que trabajar más, solo se dejaron consentir y adorar. Aceptaron las doctrinas que invitaban a adorarlos de todo corazón. Total, ¿de verdad creemos que en algún momento de su historia los “apóstoles” Joaquín se creyeron esto de la salvación de las almas? ¡Por supuesto que nunca! La Luz del Mundo fue hecha para generar ganancias y poder, por lo tanto, los Joaquín tienen su porvenir económico asegurado por todas sus generaciones.
Pero, ¿la Biblia nos habla algo de esta adoración moderna a Naasón? Por supuesto que sí, leamos:
Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden.10 ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?11 El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya.13 El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa.14 Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia.15 De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. 16 Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: !!Oh! me he calentado, he visto el fuego; 17 y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú.18 No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.19 No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? 20 De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?
Isaías 44:9
Pareciera que el versículo no se ajusta a la idolatría de la que estamos platicando esta vez, pero permíteme decirte que es todo lo contrario. Naasón es un ídolo forjado por sus ministros, por sus fieles. Todo lo que hoy representa es el resultado de aquella hermana o hermano a quien se le ocurrió hace más de 70 años llevarle flores a Eusebio, cantarle un himno en las mañanas, llevarle un regalito. Todo esto se le debe a la estupidez de los que creyeron que Samuel debía ser tratado como rey o a los insensatos que tramitaron rendir homenaje a Naasón en el Palacio de Bellas Artes; inclusive a los ministros que le entregaron a sus hijas como ofrenda ” de amor”. Estos torpes ministros son los que forjaron los dioses de La Luz del Mundo.
Los han forjado como se forja una imagen de talla, como quien funde una imagen de oro y se inclina para decirle “tú eres mi dios, tú me salvaste”. Los fieles que participan y colaboran en la “HONRA” a estos hombres impíos son responsables de ello. Nunca faltó un Guillermo Victorín que escupiera doctrinas heréticas, que la iglesia recibiría con alegría y que Samuel o Naasón aceptaría y resaltaría como la “revelación de Dios en los corazones”.
La misma iglesia ha confeccionado su ídolo, su becerro de oro. Todos participan como lo hizo Israel con lo que tenía a la mano para forjar al nuevo ídolo, a su dios, cada quien dio el metal que tenía en su posesión. Luego, hubo quien le dio forma, después, quien lo proclamara como dios y quien invitara al pueblo para hacer fiesta solemne.
Nada del ídolo es desechable, todo se aprovecha. Su voz, su rostro, su figura, su oración, sus palabras, su mirada, su pelo, su caminar, su oír, su llanto, su forma de cantar. todo se vende, todo se adora. El ídolo Naasón calienta los corazones de sus seguidores, preside las salas de sus casas, cubre sus cabezas, adorna sus himnarios y sus Biblias. El ídolo están en sus labios, en su trabajo, en sus anillos, collares, en los himnos, en los salmos. Pero, dice la Biblia “(los que lo hacen), no saben ni entienden, porque están cerrados sus ojos para no ver y su corazón para entender… no tiene sentido ni entendimiento”.
Los ministros arengan a la iglesia para adorarlo, los fieles repiten el discurso, los compositores hacen himnos de alabanza y adoración a Naasón, los pasteleros ponen su logo en sus postres, los carpinteros tallan su nombre en la madera, hacen sus tronos para los altares, los impresores en las hojas de los himnarios, otras bordan su logo en los velos que usan para orar, los artesanos decoran los templos con su nombre porque “no son idólatras” para poner su rostro. Los fotógrafos copian su imagen para venderla y que se ponga en las casas de todos los hogares, los que suben videos a Internet coleccionan sus imágenes y videos para compartirlos con todo el mundo y hasta el más neófito escribe versos de amor dedicados a su persona. Todos, todos ponen de sí mismos para fabricar al ídolo que se vuelve el centro de sus vidas: naasoncentrismo.
Todo lo que hoy vemos, las ofrendas que darán a Naasón, son las ofrendas que los paganos daban a sus dioses consistentes en comida, bailes, alabanzas, luces y vidas, las de los fieles y las de los hijos. Ofrendas que significaban sacrificios, un costo al que ofrendaba, inclusive, el dolor mismo. Y ¿qué tienen que ver estos con lo sacrificado a Naasón en sus cumpleaños? Pues si lo analizamos, es exactamente lo mismo en esencia. O ocasiones, como dijo un famoso escritor sobre el mormonismo, “no creo que todas las doctrinas (de José Smtih) hayan sido confeccionadas por él, creo profundamente que Satanás tuvo que ver en todo el proceso de lo que hoy es el mormonismo”. Yo creo exactamente lo mismo del luzmundanismo. En el cristianismo, el que sale ganando en esta lucha de la luz contra la idolatría siempre será Satanás, “el homicida desde el principio”.
Así pues, queridos lectores, es oportuno comentar que aunque La Luz del Mundo está recibiendo duros golpes a sus cimientos y que muchos están saliendo de la iglesia sumados a los que aunque no salen pero dejan de creer, los miles que permanecen se aferran a su dios-hombre. Así han sido enseñados. Para ellos, su ídolo lo es todo y sin él no hallan sentido a la vida. No importa cuántas víctimas testifiquen en su contra con pruebas, ni que el mismo jurado lo declare culpable. No mienten cuando dicen que el ídolo es el resuello de sus narices y que sin él, nada es posible, para ellos es totalmente cierto. Por eso lo sostienen todo lo que pueden y por eso la defensa aún en contra de toda lógica y evidencia.
Así, que preparémonos para observar una vez más el espectáculo ridículo (como la Biblia dice) del 7 de mayo, que celebrará al dios pagano del luzmundanismo Naasón Joaquín García mientras, los que gracias a Dios hemos salido de sus filas y los cristianos que jamás entrarán podremos cerrar los ojos y decir en nuestros corazones:
Oh Señor, ¡solo a ti se ha de adorar! Baruc 6:3
Leticia López Bertelly
18 mayo, 2021 at 13:26Sé que hay muchas personas que tienen una doble moral dentro de esa religión y que incluso de la prostitución es que dan diezmo y ofrendas. Es sabido de una señora que es una estrella por cantar tanto para la iglesia como para eventos sociales, pero que su verdadera vocación es la prostitución y para disfrazar sus actos que están comenzando a salir a la luz, se acaba de casar y ahorita precisamente anda de luna de miel en Nayarit.
Su nombre es Nohemí Andrade Morán y la canción que la lanzó al estrellato fue “Mi alma le ama”. Pero la verdad es que es una actriz porno.
Juan
12 junio, 2021 at 6:43Es como la secta esa de “Los Niños de Dios” en la que las mujeres se prostituyen para ganar adeptos.
el tigre
7 mayo, 2022 at 13:16ofrendas cada domingo los de la luz del mundo se han vuelto esclavos de los joauqines…y les toca su lanita a los encargados ..no se hagan los encargados son los complices de la mafia luzmundana