¿Regresar a La Luz del Mundo?

Este post es nuestra respuesta a la “cordial invitación” que recibimos y que publicamos en el post anterior.

Paz de Cristo sea en tu corazón Conde.

No sé si seas sincero en tu testimonio, en algunas frases suenas muy cristiano y convincente, pero en otras no puedes evitar proferir agresiones medianamente vedadas, las cuales evidencian una situación espiritual y descontento que parece te cuesta trabajo controlar. Quiero comentar porque soy uno de los participantes directos del blog.

Conozco a personas muy honestas en La Luz del Mundo (LLDM). Muchos de ellos aún siguen siendo mis amigos y me siento orgulloso de ser su amigo también. Nuestros hijos aún conviven de una forma sana en la cual no comentamos en absoluto nada referente al líder de la iglesia. También gracias a Dios tengo una familia hermosa y un hogar donde compartimos las bendiciones que Dios nos da. Estos amigos de quien te hablo no son fanáticos y aunque no están del todo convencidos de las razones de mi salida, la aceptan y en mucho la comprenden. Pero no todos tienen de Dios la misma comprensión y valor para hacer ciertos cambios en la vida.

Pero no equivoques, tu servidor ha tenido la oportunidad de participar en este blog pero en ningún momento, en mis disertaciones, soy yo quien te juzgo, porque quien juzga, dice la Escritura, “es el Señor”. Hebreos 10:30

Tienes libertad de creer en lo que gustes, pero si eres cristiano, reconoces a una autoridad para mostrar lo que es bueno y no. Y este es sin duda el pensamiento de Dios vertido en la Biblia, es Dios mismo quien juzga y no yo, ni nadie más.

Cuando hablamos de la idolatría, tanto de ídolos muertos o vivos, cuando hablamos de la fornicación o chisme, o adulterio y usamos la Biblia para ver el pensamiento divino al respecto; no soy yo, es Dios quien piensa así.

No por nada los profetas aclaraban cuando escribían las palabras de Jehová “Así ha dicho…”. Pero yo con mi nombre, con mis pensamientos digo esto o lo otro, entonces soy yo quien juzga, no el Señor. Entonces sí, ¿que importancia tendría hacerme caso en asuntos espiritualmente cristianos como el que aboca está página?

Así, si lloras al ver al que consideras ungido, si das ofrenda, si le cantas o lo ves como la Roca en la que se fundamenta tu fe o como un Mesías, tienes todo tu derecho civil y humano. Casi todas las constituciones del mundo protegen ese derecho incluyendo la Carta Universal de los Derechos Humanos de la ONU. Derecho por igual de cristianos, musulmanes, judíos, moonies, budistas, y hasta adoradores de la santa muerte. Creo que LLDM entraría en el apartado de “cristianos” aunque a últimas fechas la autocomprensión institucional haya dado algunos giros.

Empero, cuando hablamos de analizar las formas de ver, predicar y practicar el cristianismo, sea porque estamos dentro de él, porque salimos de alguna de sus versiones o porque tenemos familia ahí, por razones espirituales o culturales, hay un libro de texto al que debemos de acudir: la Biblia. Entonces sí,  tenemos un parámetro al que ambos podamos ajustarnos.

No se trata de ti, seas quien seas, ‘Conde’, o ‘Pepe’ o ‘Estrellita’. No se trata de si eres de Guadalajara o México o de Fortín de las Flores (sabes a lo que me refiero). La Biblia juzga no a el practicante sino a la doctrina que fundamente la fe de él. Y sus hechos solo como resultado de lo primero. La Palabra de Dios es quien otorga el veredicto incuestionable en todo aquello que la apliquemos los que nos consideramos cristianos.

Así que yo respeto como civil, tu derecho a asociarte y a reunirte y aún más a adorar desde una piedra, hasta un hombre como el hermano Samuel. Y no te juzgo, me juzgo a mí mismo, porque en esa situación que ahora considero deplorable me encontraba yo. Con todas las justificaciones y más que ahora expones. Pero me juzgo con la Palabra, aplicándome el criterio divino sin justificarme para no hallarme más culpable de lo por sí.

En lo particular, como te dije, no tengo líder a quien haya encontrado después de salir de LLDM, porque no me salí buscando eso. Yo salí porque el hermano Samuel ya llenaba todo y comenzó a faltarme Cristo. Pero mi líder, mi guía, mi Roca, mi Salvador es, y seguirá siendo siempre Jesucristo, quien me guía a través del Espíritu Santo. Como a todos los cristianos esparcidos por el mundo.

Y quiero que sepas que no critico la falta de practica de los principios cristianos en la vida de los fieles de LLDM, pues yo mismo fui un producto de esa fe que pecaba del adolecer de esos “ligeros” detalles. Ahora comprendo que era lógico. ¿Qué otro poder podía ejercer en nosotros los fieles de LLDM otro evangelio diferente? Gálatas 1:6 . No es necesario que me expliques que fallan, (Romanos 3:10) todos fallamos y lo comprendo. Pero para quienes deseamos ser cristianos o lo somos, Dios nos dice que no podemos dar un fruto contrario a la naturaleza que como árboles tenemos. Lo dice el Señor en Mateo 7:16. Y quien juzga eso es Dios.

Permíteme comentar lo siguiente:

Te cito textualmente:

“No creo que tú apóstol (nombrado por ti), tu sacerdote pedófilo, tu buda de bronce, sea mejor que él, no creo que tenga la capacidad de amar como ama él, creo que solo está en tu imaginación que el camino que ahora elijes sea mejor..”

Me gustaría entender dónde dejaste el deseo de no juzgar, y la comparación de la superioridad de tus dioses con los que crees que ahora, que no soy tu hermano de fe, adoro. Somos cristianos, ¿tendrías la amabilidad de usar las Sagradas Escrituras para mostrarme lo que afirmas?.

Sería incorrecto de mi parte, comentar las situaciones que con conocimiento de causa se contraponen a las características que según tú conoces en tu guía espiritual. Los artículos aquí son amplísimos al respecto y fundamentados en la Biblia. Pero, ¿quién en su sano juicio espiritual cree de verdad que el hermano Samuel antepone su “propia vida” antes que dejar que las almas se pierdan en la inmundicia?. Todo esto es inexistente, creado exactamente por la inducción mental de mitos y fantasías fundamentadas más en el paternalismo mexicano que en el verdadero cristianismo.

¿Porqué siguen siendo tan importantes para mi? (por tomar el nombre de aquellos que publicamos). Muy sencillo,ya lo he dicho varias veces y lo repito para tí. Predicar a Jesucristo es una necesidad del alma. Él es la puerta, él es la Verdad. Predicarlo incluye denunciar a los que se dicen ser sus apóstoles pero realmente no lo son. Salí de La Luz del Mundo porque Dios así lo dispuso; podría predicar la Verdad relacionada con el catolicisimo, con el mormonismo, pero la razón por la cual Dios me permitió caer tan bajo en el luzmundanismo y haber participado en casi todas sus herejías y abominaciones, fue para que después, redimido por Su Gracia, anunciara Su Luz a las tinieblas de donde vine. Ese es mi compromiso. Obligación me es impuesta.

1 Corintios 9:16
 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y !!ay de mí si no anunciare el evangelio!

Que sigas siendo feliz al lado del hermano Samuel es competencia absoluta de Dios.

Si tú al leer, comprendes, no es cosa mía, será de Dios. No busco números, no busco hacer una iglesia, ni siquiera un club. Solo cumplir con la obligación que me es impuesta. Deberías comprenderla como comprendes la tuya, como entiendes los derechos de creer y tener la fe que uno acepte. Aunque esa fe te imponga anunciar denunciando. Y deberías iluminarme con la luz que tienes (en caso de tener la manera de fundamentarla) para que, de ser de parte de Dios, regresara a las filas. Los chismes, dimes y diretes no provocan ningún sano sentimiento dirigido a hacer recapacitar a nadie.

Sí, prediqué LDM (que no a Jesucristo), de casa en casa por muchos años, le canté himnos a Samuel en el templo, llevé mis ofrendas para construir templos a su nombre, hice caminatas y toda mi vida asistí a las “santas cenas” sin faltar a ninguna mientras duré en la iglesia. Fuí burlado y abucheado por los que llamaba “gentiles” y varias veces me corrieron de algunas casas con insultos. Y todo, todo por una institución, al principio. Y todo por un hombre al final. Y si algo me queda claro, después de haberme denigrado a mi mismo tanto a los ojos de mi Dios, me siento tan comprometido a alabarle, a ser solo para Él y a cumplir con el cometido que me ha dado. Ahora sé lo que siente un católico al nacer de nuevo cuando se convierte en verdadero cristiano.

Y no, no fue el “siervo del señor” quien me enseñó nunca nada. Él no enseña nada. Como no se les enseña a los católicos de buen nombre que hay en el mundo, a los mormones y ateos que llevan una vida mucho más iluminadora que muchos en La Luz del Mundo. Durante muchos años LLDM fue una iglesia abocada en un buen porcentaje a enseñar los principios y valores cristianos y quien se aplica a ellos refleja en su vida los resultados. Hasta que el rumbo cambió. Salí de sus filas porque Cristo ya no estaba, así de sencillo. No me salí porque me choqué de adorar a Samuel; me salí porque me vi indigno, me supe ingrato, me sentí vil. Por todos lados comenzando desde dentro, Jesucristo me decía ¿qué esperas para salir de ahí?.

Yo ahora, como tú con ciertas diferencias, no puedo dejar de darle gracias a Jesucristo por enseñarme mediante Su Espíritu, en las Escrituras, mediante personas, amigos, familia y aún mediante la Creación, a amar a Dios sobre todas las cosas. Y es gracias a Jesucristo que por su sacrificio puedo decir ABBA padre.Rom. 8:15 Negarlo sería obtener que él me negara delante de Dios.

¿Y qué más puedo decir? Que si Dios me sacó de la Luz del Mundo, ¿qué razones más fuertes que las Suyas tendría para aceptar una invitación a regresar por muy sincera que fuera?

¿Hubiera regresado el hermano Aarón al catolicismo si el Papa le hubiera hecho personalmente una invitación fraternal?

Respetemos entonces nuestros derechos y si estás firme en tu fe y en el apóstol en el que has creído, yo lo respeto…

Empero, ¿lo respeta Dios?

Atte.
Martín Lutero